A la hora de planificar nuestro viaje nos encontramos siempre con el dilema de qué ver y hacer en Berlín para aprovechar el tiempo al máximo posible y lograr ver lo más importante de cada ciudad. Solemos planificar los recorridos y las visitas de los monumentos por orden de importancia.
En este caso, voy a contar mi experiencia de 3 días en Berlín lo más objetivamente posible, recomendando una serie de lugares pero siempre teniendo en cuenta que muchas veces se planifica según la ubicación del hotel.
Por lo que empiezo por el hotel. En nuestro caso fueron 3 noches en el hotel: “Ibis budget Berlin Potsdamer Platz” habitación 3 noches cama doble y por un precio total de 169 €, en pleno Agosto. Una opción altamente recomendable, pese a no ser un hotel demasiado céntrico (quizás lo ideal sería cerca de Alexandre Platz), pero que ofrecía un muy buen servicio y calidad a un precio inmejorable. Para no hacer demasiado extenso el artículo, lo voy a dividir en los 3 días que estuvimos en la capital germana, siendo este post el día 1.
Índice
Ruta roja por el centro de Berlín
Una vez llegamos a la capital alemana, nos propusimos hacer “La ruta roja” por los puntos más emblemáticos y con más historia de Berlín. La ruta consiste en un paseo desde Potsdamer Platz hasta Alexanderplatz, pasando entre otros lugares por: La Catedral, Isla de los Museos y otros monumentos y con un camino de vuelta hasta el Checkpoint Charlie donde está el hotel.
Si no te ves con ganas de planificarte, puedes hacer un FREE TOUR con Civitatis, así te contarán y te guiarán. Una manera más cómoda de hacer turismo.
Berlín es increíble, y en esta ruta te darás cuenta de toda la historia y belleza que la envuelve, pero hay que tener en cuenta las distancias de un lugar de interés a otro, aunque en mitad de trayecto siempre nos encontraremos una estatua u homenaje a alguien/algo de forma inesperada.
La “ruta roja” no es un recorrido cerrado, sino que incluye los principales monumentos, imperdibles, de Berlín. Por ello y teniendo en cuenta que es un tour de 3 días nos vamos a centrar en lo fundamental y dejar los otros para cuando nos sobre tiempo:
Potsdamer Platz
Esta plaza fue tremendamente importante e influyente antes de la llegada de la II Guerra Mundial, donde todo el tránsito y comercio, no solo de Alemania, fluía.
A día de hoy impresiona por la grandeza y belleza (sobre todo nocturna) de los edificios y la vida que la rodea. Una visita al Sony Center, por la noche, es indiscutible. Cabe destacar la cafetería Vapiano y el centro comercial que hay a pocos metros, con una planta entera llena de comercios de comida típica (puedes leer más aquí: precios comida en Berlín).
Puerta de Brandenburgo
Es historia pura (¿y qué no lo es en Berlín eh? 😛 ). Construida entre 1788 y 1791 representó la entrada a la nueva Berlín, por lo que no estamos hablando de un homenaje efímero, sino de la puerta a una nueva vida para muchos berlineses.
Cuando llegas y te sitúas a escasos metros de estructura, te das cuenta de la grandeza (metáforica y real) de La Puerta de Brandenburgo. Rodeada por una plaza amplia donde se sitúan varias decenas de “carricoches” dispuestos a llevarte y disfrutar de un paseo al aire libre bajo el letargo del pedalear del conductor.
Parlamento de Berlín
Una vez ahí nos acercamos al Parlamento, relativamente cerca y que merece la pena visitar aunque solamente sea para admirar su belleza arquitectónica, eso fue lo que hicimos. Hay siempre bastante cola para entrar dentro de la cúpula (gratis), pero mi recomendación es que pidáis cita por Internet varios días antes de acercaros, para saltaros la cola.
Atención: Es necesario inscribirse para visitar el Reichstagen en www.bundestag.de
En todo caso, si tenéis pensado visitar Berlín en poco tiempo, no recomiendo que os detengáis demasiado en la cúpula porque hay muuuuucho que ver, e historia que descubrir y aprender.
Además, justo al lado del Parlamento, podréis echaros una foto con una estatua de la Canciller alemana Angela Merkel, que siempre es un recuerdo cuanto menos curioso:
Un vez terminamos nuestra visita, fugaz, al Parlamento nos dirigimos a la Catedral de Berlín por la Calle principal. Una avenida amplia en la cual encontraréis estatuas homenaje por doquier, Templos, Iglesias y ciertas tiendas o locales de interés como el Museo de Cera, las tiendas/cafeterías de Meredes, Volkswagen, etc además de numerosas cafeterías y restaurantes.
Catedral de Berlín
¡Aún sigo enamorado de la Catedral de Berlín! Y no solamente por lo bonita (qué técnico me pongo a veces jaja) y lo que representa históricamente, sino por el ambiente que se respira, indescriptible.
La Catedral merece la pena visitarla al atardecer, cuando el sol se ponga y la gente relajada tumbada en el césped con música de fondo (también con gente cazando pokemon) y respirando esa paz y armonía que transmite dicho edificio.
Y es que, este edificio neoclásico tiene más de 100 años de historia (construida sobre una catedral barroca del 1.747) que han visto incendios, guerras mundiales, derrumbamientos y demasiadas muertes bajo sus cúpulas y cristaleras.
Alexanderplatz
Después del relaxing time in Catedral de Berlín, tiramos rumbo Alexaderplatz. Nuestra sorpresa fue cuando nos encontramos una manifestación/fiesta a favor de la legalización de la marihuana.
Lejos del control policial y la tensión, el ambiente era jovial y lleno de vida y alegría. Con varias furgonetas abiertas con música (electrónica) a todo volumen, gente bailando, bebiendo y por supuesto, fumando. ¡No unimos! (¡al baile solamente mamá! 😉 )
Alexaderplatz es el centro de referencia, de la movida Alemana. Es espíritu rebelde, consumista, capitalista a la vez que altruista (what?) se refleja en la gente cosmopolita que la transita. La mayoría de los hoteles importantes están por esta zona, ya que es el “centro” de la ciudad. Nightclubs, restaurantes, centros comerciales, tiendas, manifestaciones, además de monumentos y gente, mucha gente. No es posible describir Alexaderlpatz ya que abarca demasiado, y nos perderíamos.
Cerrando la “ruta roja”, cruzamos el puente para ver la Isla de los Museos…
Isla de los Museos
Otro monumento que no pudimos ver por dentro (ninguno de los 5 museos que la componen) por falta de tiempo y planificación, por eso os recomendamos que lo estudiéis muy bien. Dejando de ver Busto de Nefertiti y el Altar de Pérgamo, entre otros objetos históricos.
Para poder entrar, es mejor que os informéis en la web oficial: smb.museum donde vienen los horarios y precios de los 5 museos de la isla. Por ejemplo tickets de 3 días por 24 €, o tickets individuales según el museo que os interese visitar. Echadle un ojo a las posibilidades de formar paquetes que tenéis, con entradas a otros lugares como el Charlottenburg.
Y es que, la Isla de los Museos de Berlín constituye un conjunto arquitectónico y cultural que es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, una maravilla visual que se puede apreciar desde fuera sin necesidad de entrar.
Terminábamos esta ruta en Checkpoint Charlie, un punto de encuentro que estaba justo al lado de nuestro hotel. Una ruta altamente recomendable, que con tiempo se puede dividir en varios días, pero es una buena opción si pretendéis ver lo máximo posible en el menor tiempo.
El día 2 en Berlín nos tocaba descubrir el famoso “Muro de Berlín” y hacer una ruta por los túneles y bunkers de la Guerra Civil y Segunda Guerra Mundial, una experiencia fascinante que te contamos en Friki por Viajar, tu blog de viajes, y un tercer día conociendo la zona oeste de Berlín 😉
Por cierto, dejando detrás Berlín, en nuestro camino hacia Praga (descubre nuestro artículo de: 2 días en Praga), pasamos por Dresden en autobús. Impresionante. Recomiendo este artículo de qué hacer un día en Dresde. Un must para mi próxima visita a Alemania.