Continuaba nuestra aventura por Estocolmo y teníamos que aprovechar nuestro último día en la ciudad y con la Stockholm Pass. Para ello decidimos aprovechar la tarde conociendo Estocolmo desde un punto de vista diferente, desde el mar.
Es un recorrido en barco muy diferente al que podrás hacer por ejemplo en tu visita a Birka, la isla de los vikingos. Un recorrido que no te dejará indiferente, y del que aprenderás mucho gracias a su audio guía, además, podrás conocer la Estocolmo menos conocida, rincones ocultos y de los que no hablan en los ningún blog de viajes.
Cambio de guardia en Estocolmo
Después de salir del Museo Nobel, nos dirigimos en dirección a los muelles, y al pasar junto al Palacio real, nos sorprendió el cambio de la guardia. Una hilera de gente a ambos lados de la calle empedrada, que esperaban la llegada de la guardia real, montados a caballo.
Allí estuvimos un rato, sobre las 12 del medio día, viéndolos desfilar y entrar en el palacio. No obstante, quiero decir que comparativamente con otros cambios de guardia, el de Estocolmo, no llega a la brillantez y elegancia del británico. Es bastante menos disciplinado, y no tiene punto de comparación. Vamos, que si no lo ves, no pierdes nada importante.
Rodeamos por detrás el palacio, y nos dirigimos al muelle de Stromkagem, con la intención de tomar el barco Stokholm Sightseeing. Se trata de una nave de un solo piso con grandes ventanales que recorre por mar la ciudad.
Pero al llegar, había una cola kilométrica de gente esperando para entrar. Así que tuvimos que esperarnos hasta las 2 de la tarde para intentarlo de nuevo. Esta vez con éxito.
Lo que hicimos fue reservar el ticket con la tarjeta que teníamos, y dirigirnos hacia el parque cercano de Kungstradgarden. Allí pudimos descansar un poco al solecito en un banco o sentados en el césped, mientras daban un espectáculo al aire libre de música india.
Y, después, comimos en el kiosko cercano de un uruguayo simpático y amable, que nos relató toda su vida, mientras tomábamos unas hamburguesas.
A la hora indicada, pudimos acceder al barco y ubicarnos junto a un ventanal. Detrás del asiento delantero tienen un dispositivo para seleccionar el idioma, y unos cascos para escuchar lo más interesante del recorrido, con ubicación exacta por gps. Esto nos fue de gran utilidad para comprender lo que veíamos en cada momento de las dos horas que dura el viaje.
Recorrido en barco por Estocolmo
Lo que hace el barco, es dar un recorrido por toda la ciudad atravesando las presas o esclusas que nivelan el mar Báltico con el lago Malaren, así como por Gamla Stan, Södermalm, el barrio sostenible de Hammarby Sjöstad, y las islas de Stora y Lilla Essingen, edificios antiguos, muelles y barrios modernos, etc.
Es de destacar el barrio sostenible, donde la gente vive en unas casas que tienen su propio huerto y pueden cultivar lo que más les guste. Son en arrendamiento, y claro, la lista de espera, es bastante larga.
Merece la pena hacer este recorrido porque te da una información real, histórica y practica sobre la ciudad y edificios, contemplada desde el agua. Su precio es de unos 30 € por persona, salvo que lleves la tarjeta.
Algunas curiosidades que aprenderás en este viaje son por ejemplo las playas ocultas dentro de Estocolmo ciudad y verás (si vas en verano) a los locales tomando el sol o dándose un bañito.
Aprenderás mucho de la historia de Estocolmo mientras disfrutas de sus mejores vistas (por ejemplo, ¿sabías que son los creadores de Spotify o Ikea?), o la arquitectura de los edificios.
A la vuelta del recorrido, nos fuimos a cenar al local Kungshallen que está cerca de la calle principal Drottninggatan.
Y después, como siempre hago en los viajes, despedirme en un pub para saborear una bebida espirituosa. Pero en este caso, la broma salió cara pese a tomar sólo una bebida.
Como dijo un compatriota que encontramos por la calle:
“En Suecia emborracharse cuesta caro”