La Opera de Viena es una de las atracciones y “entretenimientos” más conocidos del mundo, influido por su importancia histórica de la mano de los grandes compositores de la música clásica mundial. Es, una experiencia que todo el mundo se plantea en su visita a la capital austriaca. Pero, ¿merece la pena o es una atracción turística bastante explotada?
Índice
El Edificio
De estilo neorrenacentista (muy criticado en sus inicios) fue construido entre 1861 y 1869, inaugurando el teatro el 25 de mayo de 1869 con la ópera de Mozart Don Giovanni.
En torno a 1945, durante la II Guera Mundial, la Ópera fue semi destruida. Quedado totalmente eliminados el teatro vestíbulo y la cantidad de obras interiores que adornaban el edificio. Fue poco a poco reconstruida, manteniendo la esencia original en colores y diseño, pero con un estilo algo más acorde a la época y mejorando algunas zonas las cuales contaban con poca visibilidad.
Qué ver en la Ópera de Viena
Una opción super recomendable es esta actividad: visita guiada por Viena y la Ópera Estatal
A lo largo de cada temporada se pueden ver más de 300 espectáculos, contando con más de 200 cantantes de ópera e invitados de alto prestigio que acuden habitualmente para obras concretas.
La Ópera de Viena es rica y variada en actividades diversas, al igual que lo es la capital austriaca. Hay que tener presente que en cada calle podemos encontrar pinceladas de ese arte, y respirar música e historia por cada uno de sus rincones. La realidad es que al margen de la Ópera de Viena, existen multitud de pequeños teatros (especialmente pensados para turistas) donde nos ofrecerán espectáculos a precios más asequibles.
Dentro de la Ópera de Viena podemos ver un abanico extenso que va desde las propias óperas, conciertos de música clásica, conciertos y cenas, musicales y mix de ambos.
La realidad es que no puedo hablar de todos porque solo estuve en uno de ellos, en una mezcla de “Ópera + Concierto de Música Clásica“, lo que es la mejor opción para turistas poco “expertos” y que quieran disfrutar de este experiencia.
En mi caso, paseando por la misma puerta de la Ópera (también hay por los laterales), hombres con pelucas -disfrazados de Mozart- te asaltan vendiéndote entradas. Lo primero que te van a ofrecer es el plan que hay ese mismo día, y en el caso de no poder para los siguientes días. Normalmente y si vamos en época de verano (Junio, Julio, Agosto…) nos ofrecerán mix de conciertos de música clásica + ópera. Un popurrí que merece la pena si no eres un apasionado de este arte, pero si quieres disfrutar de sus dos grandes esencias unidas.
Precios y cómo conseguir entradas baratas
Los precios no suelen ser económicos. En mi caso y echando un poco de cara pillamos las entradas más baratas (50% de descuento si presentas carnet de estudiante), que eran en la peor zona y con “carnet de estudiante” (más que caducado 😛 ). En total, 50 euros por persona.
Hay que tener en cuenta que si vas a mejores sitios, como a las butacas de primera fila y sin ser estudiante los precios pueden subir a varios cientos de euros, por persona.
Lo mejor es echarle un ojo a la web oficial e incluso pillarlas con antelación, que puedes conseguir descuentos. Pero también si sois jóvenes y no tan jóvenes lo ideal es echarle un poco de cara e intentar entrar con el descuento del carnet universitario o joven en una zona asequible.
Conclusiones
Es una sensación que merece la pena experimentar al menos una vez en la vida. Tengo que admitir que no soy especialmente fan de este tipo de arte, pero se disfruta igualmente (independientemente del asiento o espectáculo concreto).
No hace falta ir bien vestido en esta clase de espectáculos para turistas. Nos vamos a encontrar personas en zapatillas y camisetas y otras con traje y vestidos largos. No vas a desentonar vayas como vayas.
Por último, recordarte el post que escribí en ese mismo viaje de 4 días en Viena, que aunque estés más o menos días, siempre le podrás sacar partido.