Ha pasado tiempo desde que visité Israel, como pasan los inviernos, como cada otoño se caen las hojas de los arboles, como cuando nos vamos haciendo viejos sin darnos cuenta. Yo era más joven y había viajado poco al extranjero. En este viaje iba acompañado de mis padres, actualmente fallecidos. Creo que fue la primera vez que subí a un avión. Pero el avión no era uno normal como los que utilizan hoy las compañías de bajo coste. Era un aparato enorme, con varias filas de asientos y pasillos. Era espectacular. Te sentías bien, cómodo y relajado para un viaje largo de ocho horas hasta Ammam, capital de Jordania .
Después de despegar de Barajas y estar sobrevolando por Europa, el gran aparato, empezó a tener problemas. Tan graves fueron que tuvimos que aterrizar en Ginebra porque el avión estaba tirando aceite. Pero eso nos ayudó a conocer algo de esa ciudad, ya que tuvimos que pernoctar allí. Y al día siguiente, pudimos proseguir hasta Jordania.
Índice
Jordania
Después de aterrizar en el aeropuerto de Ammam, nos subimos a un autobús dirección a la capital. Era un mes de febrero de hace tiempo. La carretera era antigua, revirada, que discurría por una zona montañosa y escarpada. De pronto empezó a nevar fuertemente. Suena raro, pero en Jordania también nieva, aunque en las postales siempre aparezcan camellos y el desierto. Menuda nevada estaba cayendo. Hasta tal punto que el autobús se quedó atascado en la nieve, sin poder moverse.
Nos bajamos para empujar, pero nada, imposible moverlo. El vehículo se deslizaba resbalando en dirección al acantilado. Tuvimos que dejarlo. Las perspectivas de salir parecían lúgubres. Todos pensamos que pasaríamos la fría noche en mitad de la nieve, allí tirados a nuestra suerte.
Pero al poco, aparecieron varios todo terrenos Lada del ejercito jordano, que nos recogieron y nos llevaron hasta un cuartel de la capital. Recuerdo mi caída al suelo al llegar, al resbalarme justo a la entrada. Se portaron bien. Nos dieron té para calentarnos. Se notaban las buenas relaciones entre España y Jordania.
La ciudad era típicamente musulmana. Se veían pocas mujeres por la calle. Y las que encontramos estaban vestidas tapadas de arriba hasta abajo. Apenas se les veía la cara. Deambulamos por la parte vieja, donde hay numerosos zocos de venta con mercadillos, y construcciones antiguas. Los edificios modernos están a las afueras. Recuerdo la carretera antigua que iba hacia Israel, donde pasábamos continuamente por deteriorados y pobres pueblos. Construcciones de ladrillo visto a medio terminar, calles de tierra sin asfaltar. Niños jugando en las calles, borricos y tenderetes por todos lados. Y muchos árabes ataviados con chilabas, deambulando, charlando o sentados en la puerta de los cafetines.
Por fin llegamos a la frontera, que estaba separada por garitas de vigilancia con soldados. Sitios donde estaban apostados unos y otros, detrás de sacos de tierra, por si surgía algún conflicto armado, como el que sucedió en la guerra de los seis días entre Israel, Egipto y Jordania.
Nos sometieron a un control exhaustivo por parte de los militares israelíes. Me llamó la atención una joven y rubia militar israelí con su metralleta al hombro que me estaba registrando. Hizo que le quitara el carrete a la máquina de fotos y al tomavistas de mi padre. A tomar viento las fotos. Lo registraron todo a conciencia.
Seguimos camino, en dirección a Jerusalem. A partir de ahora se notaba que estábamos en un país más moderno y avanzado. Muchos kibutz, plantaciones, pueblos bien urbanizados y mejores carreteras.
Israel
Jerusalem
Una ciudad muy antigua, en la que Samuel (965 a.c), el hijo de David construyó el famoso templo de Jerusalem, que estaba destinado a contener el Arca de la Alianza y las leyes del antiguo testamento que Dios estableció en las tablas de piedra para Moisés en el monte Sinaí.
A lo largo del tiempo la ciudad ha sido objeto de dominación extranjera. Primero los Asirios, después los Babilonios (547 a.c) que arrasaron la ciudad y destruyeron el templo, que más tarde fue reconstruido bajo dominación persa. Hasta que en el año 64 a.c. fue conquistado por Pompeyo en nombre del imperio romano. En esa época se reforzó el templo ampliándolo. Pero en el año 66 d.c. hubo una guerra contra los romanos que determinó la destrucción nuevamente del templo, del que sólo queda hoy en día, el famoso muro de las Lamentaciones.
Lo que recuerdo y que esta igual que siempre, es la parte antigua de la ciudad. Las callejuelas del barrio viejo, donde conviven al mismo tiempo judíos, cristianos y árabes. Los estrechos callejones repletos de tenderetes, recuerdos, souvenir y tiendas para turistas. El recorrido que Jesús hizo hasta llegar al sitio donde fue crucificado (Vía Dolorosa), y los demás lugares santos.
Esta ciudad es importante para los judios porque el rey David estableció la capital de Israel, donde estaba el templo y el arca de la Alianza. Para los cristianos porque allí Jesús fue enterrado y resucitó. Y para los musulmanes porque, según ellos, Mahoma subió al cielo. Es un crisol de culturas y religiones. Una mezcla peculiar a lo largo de la historia.
Iglesia del Santo Sepulcro
Es el centro de peregrinación de los cristianos, el lugar donde Cristo murió en el Golgota, fue enterrado y resucitó. La iglesia del Santo Sepulcro se mandó construir por el emperador Constantino en el año 326 d.c, en el lugar exacto que señalaron los evangelios, y que estaba donde los romanos tenían un templo dedicado a la diosa romana Venus (año 135 d.c). Se encuentra en el centro de la parte vieja, en el limite entre los barrios judío y musulmán.
Esta iglesia no es solo católica, sino que está custodiada también por los cristianos ortodoxos armenios y otros ortodoxos. Se encuentra en una explanada o plaza empedrada dentro del recinto amurallado de la ciudad.
Una vez dentro se puede ver que existen diversas capillas gestionadas por las diferentes ordenes cristianas. Destaca la capilla de la Cruxifición que está a cargo de los franciscanos católicos. La capilla del Calvario gestionada por los ortodoxos griegos, donde se puede acceder por un hueco, a la piedra donde se supone estuvo la cruz de Cristo.
También se puede ver en la iglesia la piedra de la Unción, que es una losa donde el cuerpo de Jesús fue ungido tras bajar de la cruz. Es decir, cuando el cuerpo fue rociado con aceite y ungüentos macerados de especias y plantas.
Otro sitio importante que ver es la capilla del Santo Sepulcro que está en la Rotonda bajo la cúpula de la iglesia. Se trata de un recinto muy estrecho, al que se accede agachado a una pequeña habitación donde apenas caben dos o tres personas. A mí me impresionó porque nada más entrar y levantar la cabeza, me encontré junto a los cirios encendidos y un montón de relicarios y lámparas que caían del techo, a un enorme pope ortodoxo con su larga barba, que te indicaba donde arrodillarte para besar el mármol que está sobre la roca donde se supone se enterró a Cristo. Sales de allí como descolocado, por la solemnidad y lo recargado del sitio, con tanta decoración en un recinto tan especial.
Cenáculo
Es el sitio donde Jesús celebró con los apóstoles la última cena antes de morir en la cruz. Era una vivienda de un amigo de Jesús que tenía una planta baja destinada a las oraciones y otra alta que se utilizó como comedor. Sobre este sitio se construyó una iglesia que actualmente es un edificio de dos plantas. La inferior se venera por las tres confesiones religiosas, y la superior es el llamado Cenáculo.
El Monte de los Olivos
Está situado al este de Jerusalem, rodeado de olivos centenarios, que no son de la época de Jesús porque los cortaron los romanos. No obstante, algún entendido asegura que pueden tener entorno a los dos mil años. Es el lugar donde Jesús realizó sus oraciones y donde fue apresado por los romanos. Allí se encuentra la iglesia de Getsemaní, junto al jardín del mismo nombre, que está custodiada por los monjes Franciscanos. Fue edificada sobre dos antiguas iglesias. Una bizantina del siglo IV, y otra de la época de los cruzados, del siglo XII. Dentro de esta iglesia se encuentra parte de la roca donde se dice que oró antes de ser detenido.
Desde el monte de los olivos hay una vista espectacular sobre Jerusalem. Se puede observar una vista panorámica de la ciudad, sus murallas y la cúpula dorada de la Roca y mezquita.
Para los judíos es el lugar donde Dios empezará a redimir a los muertos al final de los tiempos. Por eso a sus pies se extiende un enorme cementerio judío, con más de 150.000 tumbas.
Muro de las lamentaciones
Forma parte del que fuera segundo templo de Jerusalem, construido en el año 19 a.c. por Herodes. Se encuentra en el barrio judío y tiene una longitud de 60 metros. Se trata de un muro de contención de la explanada donde están las mezquitas de barrio árabe. Los judíos han orado frente a este templo desde hace más de dos mil años, ya que entienden que es el lugar más sagrado y accesible para hacerlo, al no poder utilizar la explanada de las mezquitas.
Los judíos no sólo se limitan a realizar lamentaciones frente al muro, sino que también leen los Salmos y realizan peticiones orales y por escrito. Para acceder al mismo hay una serie de controles, existiendo una separación entre hombres y mujeres. Los hombres que llegan al muro necesitan llevar la kipa, o gorro que cubra parcialmente la cabeza, ya que estamos ante un lugar sagrado. Y las mujeres vestir con ropa recatada que cubra buena parte del cuerpo.
El día de más afluencia es el viernes por ser día sagrado para los judíos, y lo normal es acercarse a orar ante el muro o realizar peticiones mediante papelitos que se introducen en las rendijas de las piedras centenarias.
Explanada de las mezquitas
Es un lugar sagrado para los musulmanes y también para los judíos que lo reivindican. Es el tercer lugar más santo para el islam, después de la Meca y Medina. Los judíos no pueden acceder para rezar, aunque sí como visitantes. Allí se encuentra la mezquita de Al-Aqsa y la Cúpula de la Roca. La mezquita se construyó sobre el año 710 d.c. sobre las ruinas del templo de Salomón. Una parte del muro exterior que la rodea es el muro de las lamentaciones, y tiene cabida para unas cinco mil personas.
También en esta explanada se encuentra la Cúpula de la Roca que se construyó en el año 691 d.c. Destaca por su cúpula dorada visible desde cualquier parte de Jerusalem, especialmente desde el monte de los olivos. En su interior alberga la roca desde la cual, según el islam, Mahoma ascendió a los cielos para estar con Dios junto con el ángel Gabriel.
Belén
Como es sabido, es el lugar donde nació Jesús. Está a unos 9 km al sur de Jerusalem, y se encuentra en una zona conocida como Cisjordania, que está administrada por la autoridad palestina. Actualmente el gobierno israelí ha rodeado la ciudad con murallas y pasos de control, por lo que es difícil el acceso a este sitio. No obstante, yo en su día antes de surgir este conflicto con los árabes, tuve la oportunidad de visitar la Basílica de la Natividad.
Se trata de un templo que se construyó en el siglo IV por el emperador Constantino. Su custodia es compartida por la iglesia católica y la cristiana ortodoxa griega. Fue construida sobre la cueva (Portal de Belén) donde se cree que nació Jesús. El lugar exacto del nacimiento está señalado por una estrella de plata con un orificio en el centro para ver la piedra original, que fue un regalo de España. Se encuentra situada en el sótano bajo el presbiterio de la iglesia.
En realidad, si se mira desde la explanada que hay frente a la iglesia, tiene forma de fortaleza antigua, con una entrada lateral muy pequeña de apenas 1,50 cm, sin duda para evitar posibles asaltos de los enemigos del cristianismo.
Museo del Holocausto
Es un edificio construido en memoria de las victimas judías por el nazismo en la segunda guerra mundial. Se trata de recordar a los seis millones de judíos victimas de la masacre. Tiene varias salas como la del Recuerdo, donde se encuentra la llama eterna.
La sala de los Nombres, está en un edificio de forma circular, donde se recuerda a cada una de las victimas con una breve biografía. La parte superior es de forma cónica de unos diez metros de altura y contiene fotos de algunas de las victimas.
También existe un museo histórico donde exhiben fotos, objetos auténticos de las victimas, cartas y testimonios de los mismos. Destacar también el denominado Jardín de los Justos, que es una avenida de arboles, donde debajo de cada uno hay una placa conmemorativa con el nombre de los que fueron homenajeados.
2 Comments
Patricia Rojas Soto
marzo 9, 2019 at 10:42 amAy este post me viene genial ya que Jordania y Jerusalén son mis próximos destinos el mes que viene y muero de ganas 🙂 esa foto del muro de las lamentaciones impacta, así que verlo allí en directo tiene que ser impresionante, ¡ya te contaré a la vuelta! Un abrazo
Miguel Palau
marzo 11, 2019 at 7:53 pmSi? ¡Pedazo de viaje tienes previsto entonces! Qué envídia 😀 Pues nada,a disfrutar de Jordania y Jerusalén, que seguro que sacas mil y una experiencias. Un abrazo 🙂