París en 3 días, significa un viaje rápido de fin de semana, aprovechando las ofertas de vuelos baratos asequibles para todos.
En mi caso, fui en octubre y tomé un vuelo desde el aeropuerto de Málaga con destino Orly con la compañía Transavia (opinión Transavia), que es la de bajo coste de Air france. El vuelo duró unas dos horas sin escalas.
Índice
Transporte del aeropuerto al centro de París
Si queremos ir del aeropuerto Orly al centro de París, tenemos diferentes alternativas:
Autobús del aeropuerto de París al centro
A la salida del aeropuerto hay unos autobuses llamados Orlybus que te llevan directamente al centro, a la plaza Denfert Rochereau. El viaje cuesta unos 7 € por persona y se adentra en la autopista de acceso entre una vorágine de vehículos.
Una vez llegados tomamos en este sitio el metro que nos llevó directamente a la estación St. Michel Notre Dame. Conviene resaltar que había comprado los billetes del metro para tres días (París visite zona 1-3) en España en la “Casa de Francia” por 24 € por persona, quien también me facilitó varios mapas de la ciudad y de los transportes.
Tren del aeropuerto de París al centro
Otra forma de transporte es un tren llamado orlyval que lleva hasta la estación Antony, y desde allí se puede tomar el metro hasta el centro.
Taxi del aeropuerto de París al centro
Es la alternativa más cómoda. Existen empresas de traslados aeropuerto Paris como Taxileader donde puedes hacer una reserva previa evitando así las esperas y las colas. Es una opción muy a tener en cuenta si llegamos a ciertas horas de la noche y vamos un grupo grande de personas, pudiendo reservar también minibús o autobuses.
París en 3 días
A la hora de organizar tu viaje a París, tienes que tener en cuenta con quién vas y qué tipo de viajeros van. En mi caso este viaje lo hicimos en familia, por lo que el ritmo de visitas fue relativamente bajo, conociendo bien todos los monumentos y con paradas entre ambos.
Esta fue nuestra distribución:
Día 1 en París
- Notre Dame
- Panteón
- Torre Eiffel
El primer día en París todo el mundo quiere conocer la Torre Eiffel y Notre Dame, por lo que si os organizáis bien dará tiempo a ver ambas cosas, y algo más. En nuestro caso la elección fue el Panteón (espectacular por dentro).
Día 2 en París
- Galerias Lafayette y la Opera
- La Madeleine
- Tumba de Napoleón en el Palacio de los Inválidos
- Campos elíseos
Tras el primer día intenso, el segundo fue un poco más random. Quizás el orden no es el mejor, pero merece la pena dedicar un ratito de tus 3 días a estos cuatro lugares emblemáticos de París. Si tuviera que descartar alguno, sería sin duda las Galerías Lafayette.
Día 3 en París
- Moulin Rouge
- Sacre Coeur
- Barrio de Montmartre
- El Barrio Latino
Mucha historia, pero sobre todo vida en ese último día. Para despedirse a lo grande de París no hace fata volver a la Torrer Eiffel. Basta por pasear por el Barrio Latino o acercarse al Sacre Coeur. Imprescindibles.
Ahora, a ver cada uno de los monumentos de París con detalle:
Notre Dame
Desde esa ubicación nos favoreció para tomar el metro y dirigirnos a los sitios más interesantes para visitar. En este sentido, recomiendo ver la Catedral Gótica de Notre Dame del siglo XII que está en la isla de la cité, rodeada del Río Sena, bajo cuyos pequeños puentes de piedra apenas pasan rozando las grandes embarcaciones de turistas, el famoso “bateau mouche” y otros donde también dan cenas románticas mientras haces un tour.
Panteón
Detrás del hotel a penas a cinco minutos andando está el Panteón que se construyó en 1764 y en un principio sirvió para fines religiosos. Posteriormente con el fallecimiento del escritor Victor Hugo se destinó a cripta para los personajes más famosos de Francia.
Es de aspecto clásico griego, con una fachada impactante de columnas y una gran cúpula. En su interior destaca un conjunto de grandes esculturas. Y bajo el suelo, está la cripta donde en habitáculos adosados en las paredes descansan personajes como el citado escritor, Madame Curie, Alejandro Dumas, el pintor Jean Monet y varios famosos generales.
Torre Eiffel
Se construyó para la exposición universal de 1.889 y tiene una altitud de 300 m. Para llegar hasta allí me desplacé en el metro hasta la parada “Tour Eiffel”, y desde esta hasta la torre fuimos andando a través de la alameda que recorre las márgenes del Sena, que en este sitio tiene bastante anchura.
Pudiendo disfrutar de los hermosos puentes de hierro que lo cruzan, mientras entre las arboledas, veía como se recortaba en el cielo la torre cada vez más cerca. Hasta que tras varios minutos andando llegue al pie de la misma. Solo decir que es espectacular verla de cerca. Allí nos podemos imaginar el arduo trabajo que supuso construirla, teniendo en cuenta que ya han pasado más de 120 años.
Descansando sentado a sus pies en un banco, se pueden adquirir como recuerdo a vendedores ambulantes pequeñas torres Eiffel de metal por 7 €.
Galerias Lafayette y la Opera
También hay un metro que te deja en las proximidades de este centro comercial de lujo que comprende toda una manzana en el centro de París. Y la Opera, que está muy cerca y es un edificio de estilo Neobarroco construida en 1.860 que destaca por su lujoso interior.
La Madeleine
Justo al lado hay una estación de metro. Su aspecto es impactante pues es de estilo Neoclásico Griego y consta de 52 columnas corintias de 20 m de altura. Este edificio se construyó en 1.764 para la armada francesa. Después en 1.842 se destinó a iglesia que es el destino actual. Destaca su frontal con una representación del juicio final, y en su interior la escultura de la Ascensión.
Como nota curiosa decir que tiene uno de los mejores órganos de tubos de la ciudad. Que dio la casualidad que al llegar estaba sonando inundando su inmenso interior de una música sacra envolvente. Su entrada es gratis.
Sacre Coeur
Se encuentra en lo alto de una colina de Montmartre y fue terminada de construir en 1.914. tiene una cúpula de 83 m de altura. Para subir hasta allí hay un montón de escaleras o si lo prefieres puedes tomar un funicular, que se puede pagar con los mismos billetes del metro.
Desde este sito hay una visión espectacular. Se ve todo Paris extendido a sus pies en varios kilómetros. Antes de subir a la iglesia, a sus pies hay un mercadillo de venta de productos alimenticios, vinos, quesos, etc, y por supuesto una gran aglomeración de visitantes y turistas.
El Barrio Latino
Los alrededores de Notre Dame constituyen el barrio latino cuya denominación proviene de ser el lugar donde estaban ubicadas en la edad media las escuelas donde se enseñaba el Latín. Actualmente siguen allí varias facultades como la de Medicina o Derecho (frente al Panteón).
La peculiaridad de este barrio es el conjunto de calles donde se ubican numerosos bares y restaurantes, patisseries, cafés, que atraen a los turistas por la noche con sus luces de neón en colores.
¿Dónde comer en París?
Hay que decir que en París hay una gran variedad de restaurantes. Normalmente son muy caros, especialmente las bebidas. Una botella de cerveza o un vaso de vino te puede costar perfectamente 6 a 10 €. Donde hay más restaurantes es en el Barrio Latino, donde prácticamente en cada puerta hay uno, y también en Montmartre.
Por cierto, aquí tenéis una lista de cosas para hacer gratis en París, que aunque sea una ciudad cara, hay mucho de lo que rascar, y gratis (¡y también para comer!).
Izquierda – Crepe Jamón de York y Queso | Derecha – Menú Restaurante Barrio Latino 10 €/per
Los precios del menú pueden ser de 10 a 20 € por persona. Es habitual para beber pedir una jarra de agua del grifo porque es bastante buena y te sale gratis. Y en cuanto a la variedad de platos se recomienda pedir pollo asado, carne a la brasa o confit de pato, crepes (son de jamon de york y queso), etc.
Dónde dormir en París
Teníamos reservado por Internet el Hotel Home Latín cerca de la Catedral de Notre Dame, a unos diez minutos de la parada del metro antes indicada. Este hotel es pequeño pero las habitaciones son confortables, sin ruido y disponen de wifi gratis.
Para desayunar lo hicimos en una pattiseríe cerca del hotel que resultó más económica (Eric Kayser). Donde probamos los croissants y crepes, así como el “café créme”. No pidáis el famoso “café au lait”, que no saben lo que es.